Una escala estándar es una escala general que puede utilizarse para medir y evaluar el desempeño en los diferentes indicadores de un puesto, pero esa misma escala puede aprovecharse también en la medición del desempeño de todos los puestos de la organización, de una clase o familia de puestos o, incluso de un puesto específico en particular. Como estudiantes, todos hemos tenido la experiencia de que nuestro desempeño escolar haya sido evaluado en la escala decimal (de 0 a 10 puntos), que se utiliza en el sistema educativo. Como todos sabemos, con esa escala se apreciaba el desempeño de los todos los alumnos; en diferentes indicadores de su desempeño, por ejemplo, exámenes, trabajos escritos, participación en clase, etc.; y todavía más, se calculaba un “indicador global” que reflejaba, en un único valor, el desempeño general del alumno durante un ciclo o año escolar. Este mismo proceso puede aplicarse, y de hecho se aplica, en la medición y evaluación del desempeño en las organizaciones aunque, generalmente, no se utiliza una escala estándar decimal, sino una escala que refleja la cobertura de los indicadores, como porcentaje del valor estándar o meta objetivo que se espera en el indicador específico. La aplicación de este proceso en la medición y evaluación del desempeño en las organizaciones es sumamente útil porque implica construir un reporte analítico detallado del desempeño del personal y, en consecuencia, brinda una información muy valiosa para implementar proyectos de mejora del desempeño y la efectividad organizacional. Ejemplo de escala estándar, son las escalas ilustrativas siguientes: entre 70% y 110%, entre 80% y 120%, entre 75% y 115%, ente otras. Más adelante en la Guía se explica cómo se diseñan estas escalas, sus propiedades y las consecuencias que pueden tener en la activación de la motivación de logro de las personas.
Regresar
Índice de Contenido
Siguiente Tema
Matriz de objetivos: un instrumento para evaluar el desempeño